Browsing Category

Autoestima

Embracing Anxiety

I’ve been trying to run back in time, searching through my memories, trying to get a glimpse of the exact moment in which I experienced anxiety for the first time. I think it was during sixth grade of school. I was twelve years old and the morning break was too long for me. I used to get easily bored during those recesses (I didn’t have many friends since we were only five classmates in total); therefore, I started eating to kill time. I asked Clarita, the coffee shop owner, to hand me a pack of Chicky cookies and a Coke. Soon after, I asked for more. Two more. Four packs of cookies in total and I still wasn’t able to stop. I could feel my body screaming and begging for more, yearning for that weird feeling of being stuffed with chocolate until it couldn’t be fed with even one more crumble.

6 mayo, 2017 by Susana Villahermosa

Autoestima, Relaciones, Sociedad

El día en que conocí a un psicópata

Espero no decepcionar a los lectores con esta descripción, pero su imagen nada tenía que ver con la de un asesino serial o un desquiciado mental salido de una película de terror. Todo lo contrario: vestía impecablemente, con una sonrisa irresistible como parte invariable de su amable aspecto, y caminaba con una seguridad determinante e imponente. Tenía una mirada un poco excéntrica – eso sí – capaz de capturar en un instante a los ojos más rebeldes que negaran su presencia.

21 marzo, 2017 by Susana Villahermosa

Amistad, Amor, Autoestima, Sociedad

Si supieras lo hermosa que sos

Para vos, pretty pretty baby.

Te encontré algo distraída mientras te pintabas los labios pacientemente y pensé que realmente sos muy bonita. De verdad, todo lo que forma parte de vos, es hermoso y me duele tanto que no te des cuenta. Guardaste el espejo un poco frustrada…me pregunto si estarás batallando internamente contra todos esos absurdos pensamientos que a mí también a veces se me vienen a la mente: «no hay corrector que disimule estas ojeras», » cada vez que sonrío aparece una nueva arruga», «por qué será que mi cabello es tan rebelde».

Te observo y suspiro todas las respuestas para vos: «tus ojos son tan preciosos que nunca notaría que hay unas leves sombras debajo de ellos», «no son arrugas, son expresiones de una vida bien vivida», «me encanta la naturalidad con que se te desacomoda el cabello, como si fuera parte de la naturaleza misma en medio del sol y del viento».

12 diciembre, 2016 by Susana Villahermosa

Ansiedad, Autoestima

Abrazar la ansiedad

He intentado retroceder el tiempo en mi memoria para encontrar el primer instante en que recuerdo haber experimentado ansiedad. Creo que fue en sexto grado de la escuela, yo tenía doce años, el recreo era muy largo y me aburría (además, no tenía muchos amigos porque éramos solo cinco compañeros en clases); entonces empecé a comer. Le pedí a doña Clarita, la señora de la cafetería, que me diera unas galletas «Chicky» con una Coca Cola. Luego otras. Dos más. Cuatro paquetes de galletas en total y no podía parar. Sentía que mi cuerpo estaba exigiendo a gritos esa sensación de embutirse en chocolate hasta que no pudiera tragar una migaja más.

7 diciembre, 2015 by Susana Villahermosa

Autoestima, Pareja, Relaciones

Gracias a todos los hombres malos

«Usted tiene un patrón de relaciones poco sanas», me dijo el psicólogo, como gran conclusión. «Usted elige una y otra vez hombres equivocados que le hacen daño». Sin cuestionarlo demasiado, por varios años lo creí y me convertí en una víctima de mi desviada necesidad de buscar hombres malos que se aprovecharan de mi corazón para agarrarlo a patadas, en el mejor de los casos.

18 mayo, 2015 by Susana Villahermosa

Hice un poema para mi madre

22 febrero, 2021

¿Por qué soy feminista?

24 noviembre, 2019

Para mi hermana, con amor

17 octubre, 2019

Lo que pasó no fue tu culpa

26 septiembre, 2017

One time… It was all brand new

6 mayo, 2017

Apetencia desde los 5 años a los libros y a la comida. Relacionista Pública, aún cuando no había estudiado formalmente en la universidad. Encontré en la comunicación una experiencia que no termino de dimensionar. Nos enseñaron a hablar y a escribir, pero todavía no sabemos comunicarnos. Me encontré con las palabras desde muy pequeña y desde entonces no he dejado de utilizarlas. A los 8 años gané mi primer y único concurso de redacción y no quise seguir. Nunca renuncié a escribir, solamente dejé de compartir mis escritos para que no fueran leídos. Cuando se aproxima la espera de la llegada de los 30 años, la mayoría de las mujeres se comienza a preocupar por lo que la sociedad nos impone que debemos alcanzar. A mí, me desvela en cambio, la abrumadora insistencia de una fuerza interior que me incita a prestar las palabras que he guardado a quienes no las encuentran... a escribir porque a lo mejor no está mal que alguien más lo lea y lo encuentre útil, por la razón que sea. Es arriesgado, abrir así el corazón y exponer el alma en mi vulnerabilidad más profunda por medio de lo que escribo; pero en mi vida, el riesgo se ha vuelto demasiado familiar. A mi edad hay mucho que urge decir, y además, se le pierde un poco el respeto al miedo.